DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
- raulville
- Registrado: Miércoles, 16 Enero 2008, 19:40
- MARCA: Moto Guzzi
- MODELO: V7 II
- KOMANDO: Pachón
- Ubicación: San Fdo. de Henares (Madrid)
DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
DmD 2008 en Vianden
En junio de 2008, se ha celebrado el DmD (Deauville meets Deauville) o encuentro internacional de deauvilleros en una pequeña población de Luxemburgo, cercana a la frontera alemana, llamada Vianden. Se trata de un pueblo pequeño, pero precioso, de estilo antiguo, cruzado por un río, con un castillo medieval en lo alto de la montaña y un telesilla, el único de Luxemburgo, que te lleva de la zona baja del pueblo (a 200 m.) hasta la zona alta (400 m.) de bosque que rodea al pueblo y al castillo.
Este año, de España, sólo salió una representación de una Deauville 700, un modelo dorado, apodado por sus dueños como “la rubia”, conducida por Raulville, el compañero y chófer de María o la “señorita Escarlata”.
El viaje era todo un reto, 1700 Km en dos días, pero la ilusión de conocer nuevos lugares y las ganas de reencontrar a los amigos del año anterior, nos dieron ánimos para subir a la moto.
El primer día el tiempo fue bastante inestable. Cuando salimos de Madrid, hacía bueno, pero la mayor parte del tiempo hizo fresco, casi frío. Sin embargo, como íbamos bien equipados de ropa, viajamos bien de temperatura. El único factor negativo fue la temida enemiga de todo motero: la lluvia. Salimos de Madrid hacia Burgos, norte de España en dirección a Irún, para atravesar la frontera y dirigirnos hacia Burdeos. Nuestra intención era hacer noche en algún pueblo del interior francés, al norte de Burdeos y antes de llegar a Poitiers, por la región de Cognac.
Conforme avanzábamos hacia el norte, empezó a llover, primero una lluvia más fina bastante tolerable. A ratos, escampaba. En la zona de los alrededores de Burdeos fue donde más nos llovió. Imaginaos la situación: una carretera de periferia de gran ciudad, en la que hay miles de salidas y cruces de carreteras, cargada de tráfico, camiones, coches, autobuses y alguna que otra moto, se trata de una carretera que no conoces, te sientes más frágil pues vas en la moto y para rematar llueve a mares y la visibilidad es casi nula. Aún así, conseguimos atravesar Burdeos sin mayor problema y seguir adelante. Raulville es un conductor admirable y sabe desenvolverse muy bien en este tipo de situaciones.
Estábamos tan cansados de la lluvia que, por esta vez, decidimos pararnos a unos 800 km. de nuestro punto de partida, en un pueblo llamado Saintes. Este pueblo es una preciosidad, lleno de palacetes y mansiones con hermosos jardines, con un río navegable que lo atraviesa y con vestigios de la época romana (unas termas, un arco y un anfiteatro). Como llegamos temprano, quizá hacia las cinco de la tarde, después de descansar un poco y una buena ducha, como ya no llovía, salimos a pasear y hacer unas fotos antes de cenar. Nos encantó el lugar, tanto que decidimos que posiblemente volviéramos a parar en este pueblo a la vuelta.
Al día siguiente, para compensarnos de la lluvia del día anterior, el tiempo fue estupendo. No hacía mucho calor y el cielo estaba despejado, cubierto por ligerísimas nubes blancas que daban frescor y nos protegían del sol de junio. Seguimos atravesando Francia, rodeando ciudades tan famosas como Poitiers, Tours, Le Mans, la mismísima París, Reims, Verdun (famosa por la batalla), etc., etc., hasta llegar a Luxemburgo.
El trayecto por Luxemburgo fue una delicia, por carreteras tranquilas, de un sentido, con curvas muy bien trazadas y rodeadas de espesos bosques que nos daban frescor. Llegamos también pronto a Vianden, hacia las cinco y media de la tarde. Nos encantó la entrada al pueblo, entre curvas y bosque, se vislumbraba el castillo. Nuestro hotel estaba en la calle principal del pueblo, una cuesta bastante pronunciada, atravesada por un par de plazas. El hotel se encontraba en un edificio antiguo con bastante encanto.
URL=http://imageshack.us][/URL]
Cuando llegamos, nos estaban esperando la hermana de Raúl y su marido. Habían viajado desde Alemania (cerca de 400 Km) para pasar un par de días con nosotros y así aprovechar y vernos. Subimos a la habitación, que daba a un patio interior y era fresca y tranquila. Las vistas no eran tan espectaculares como las del hotel de los Dolomitas, pero las camas parecían cómodas y la habitación tenía un aspecto limpio y confortable. Sin querer adelantar acontecimientos, tan sólo os diré que lo que no nos gustó demasiado fue el servicio de hostelería, en general. Los luxemburgueses son bastante fríos y antipáticos, y no atienden demasiado bien a sus clientes, lo cual nos decepcionó un poco, acostumbrados como estábamos al mimo y cuidado de la “Fliri” el año anterior…
Los dos días siguientes, el miércoles y jueves, fueron dos días de descanso para visitar Vianden, su castillo, subir al telesilla, pasear por sus calles, y otro pueblo vecino, Diekirch, en el que, entre otras cosas, visitamos un museo militar o de la guerra muy interesante, dado que la población luxemburguesa debió de padecer mucho durante la segunda guerra mundial (la famosa batalla de las Ardenas).
El jueves por la tarde nos inscribimos en el Info Desk. Había muchos deauvilleros que habían llegado ese día. Estuvimos charlando con algunos alemanes e ingleses. Por la noche, nos juntamos en la terraza del restaurante del hotel a tomar unas cervezas y ver el partido de Alemania y Portugal.
Aquí hacemos un paréntesis para contar algo que nos llamó mucho la atención al llegar a Luxemburgo. Todos sus pueblos tenían alguna bandera de Portugal en alguna de sus casas. Al parecer, hace años hubo mucha inmigración de portugueses a este país para trabajar en las minas de cobre. Lo cierto es que aún deben de vivir muchos portugueses en este país, pues había casi más banderas de Portugal que de Luxemburgo.
Durante el partido, en la terraza, estábamos rodeados de al menos una cincuentena de alemanes con sus banderas, rostros pintados con los colores de la bandera germana e incluso un deauvillero con el pelo teñido a tres colores, y hacia la mitad de las mesas, una ocupada por un grupo de cuatro portugueses con sus bufandas y banderas rojas y verdes. Afortunadamente, no hubo ningún tipo de altercado y los hinchas de ambos equipos se mantuvieron el respeto todo el tiempo.
Esa noche cayó una tormenta fuerte de verano, pues tanto ese día como el anterior había hecho bastante calor y, con la humedad y el bochorno, se formaron nubes que descargaron una fuerte lluvia. En ese momento, todos nos temimos lo peor para el día siguiente: ruta pasada por agua. Por suerte, tanto el viernes, como el sábado y domingo hizo un tiempo estupendo, más bien despejado con ratos de nubes y de claros, pero sin ninguna lluvia.
El viernes hicimos la ruta con un grupo de alemanes. Nuestro guía era Clemens. Nos condujo por el lado oriental de Luxemburgo para cruzar la frontera con Alemania por un pueblo del norte, llamado Dasburg. La frontera entre Alemania y Luxemburgo está separada por un río y la ruta era de lo más bonita y agradable: suaves montañas, muchas curvitas, espesos bosques y el río bordeando la carretera en muchos tramos. Nos adentramos en Alemania y paramos a comer en un pueblo llamado Bittburg, de donde es la cerveza alemana Bittburger.
A la vuelta hicimos alguna pausa para fotos y cafés. El día se había nublado un poco, pero la temperatura era muy agradable (por teléfono nos habían comentado que ya habían llegado los calores a España y disfrutábamos de los cerca de veinte grados que hacía por allí). Fue una ruta maja de alrededor de 180 Km.
Esa tarde, a nuestro regreso, se celebraba una recepción en el hotel vecino al Info Desk, en la que la alcaldesa de Vianden agradeció a los deauvilleros que hubiesen elegido nuevamente este pueblo (se trataba del segundo DmD celebrado en Vianden) para celebrar este encuentro. Se nos invitó a una copa y después se preparó una barbacoa en la que cada uno se servía lo que le apetecía a discreción. Nos sentamos con los británicos, con los que intercambiamos impresiones y tuvimos la oportunidad de conocer a Bryan, un deauvillero de 80 años, con un aspecto inmejorable que se había venido hasta Luxemburgo con su moto. Nos impresionó, pues se le veía en plena forma.
Al terminar la barbacoa llegó el grupo de los griegos y, entre ellos, la mejicana Cristina y su marido Stratos, con los que podíamos hablar en español. Nos fuimos con ellos a tomar unas cervezas para acabar bien la noche y contarnos nuestras aventuras del último año: una graciosa conversación en español, griego e inglés.
El sábado nos apuntamos a la ruta del grupo de los griegos. El grupo era de lo más variado y divertido, pues se apuntaron, además de los griegos y nosotros, una pareja de franceses muy majos, un belga muy simpático, que ya conocíamos del año anterior, un par de italianos, Marco y Davide, muy simpáticos y realmente graciosos, que estaban de paso ese día, para dirigirse ni más ni menos que al Cabo Norte, y un par de alemanes, también muy majos, uno de ellos nuestro guía, Patrick, que debieron de flipar con tanto carácter latino.
La verdad es que pasamos un día estupendo en todos los sentidos. La ruta fue principalmente por todo Luxemburgo, una preciosidad. Las carreteras parecían hormigueros de motos. Era sábado, el tiempo acompañaba y todos los moteros de la zona disfrutábamos del frescor de los bosques y de las curvas de unas carreteras bastante tranquilas.
En un momento dado, cruzamos la frontera con Bélgica y paramos en Bastogne, otro pueblo muy castigado por la guerra, del que apenas han quedado restos antiguos. El pueblo estaba lleno de pastelerías (debía de haber al menos una en cada esquina), con unos escaparates llenos de tartas de frutas con un aspecto delicioso. El problema es que, cuando hicimos esta parada eran las once y media de la mañana y aún no teníamos muchas hambres, después del desayuno buffet que solíamos tomar en el hotel. Aún así, algunos de los griegos, muy golosos, se compraron un par de pasteles y pudimos probar un bocado de aquellos suculentos dulces. De haber parado allí un par de horas más tarde, seguro que nos hubiéramos comido una tarta cada uno, los más golosos y también los menos golosos.
Los alemanes hicieron su pequeño almuerzo en esta parada. Luego, seguimos ruta hasta volver a parar en un pueblo precioso de Luxemburgo, donde nos paramos para comer algo. La comida fue bastante mala, pero la compañía inmejorable: nos reímos muchísimo con los griegos y los italianos. Fue estupendo. Durante la comida, Pino llamó a Davide y aprovechamos para saludarle y desearle un buen viaje, pues días después, también él partía hacia Cabo Norte. Nos envió muchos saludos para todos los amigos españoles.
Regresamos a Vianden, satisfechos y con las cámaras llenas de fotos de un día entrañable y muy divertido. A las cinco era la foto de grupo. Nos reunieron en una gran explanada. Resultaba impresionante ver todas las motos, casi todas Deauville, aparcadas y posando para el retrato. Después nos retrataron a todos juntos. Una foto más para el recuerdo.
Por la noche, se celebraba la cena de despedida con baile. La cena era tipo buffet y no estuvo mal. Antes del baile, Helmut y otros organizadores del DmD nos dijeron algunas palabras de agradecimiento, y después empezó la marcha y el bailoteo. Nuestra cena se repartió, inicialmente entre alemanes y luego con los griegos e italianos. Resultó de lo más divertida y risueña. Marco y Davide llegaron algo así como una hora más tarde, pero a tiempo para cenar. Se retrasaron porque Marco estaba reparando su radio (al día siguiente seguían viaje hacia Cabo Norte y la radio era importante como compañía). Nos reímos mucho con sus ocurrencias y anécdotas: nos contaron todos sus preparativos del viaje, equipaje que llevaban y demás. Llevaban comidas para las noches, un hornillo de camping, tienda de campaña y sacos. Marco llevaba un portátil y una PDA. Era alucinante cómo podían llevar tanto equipaje en una moto (para que veáis lo que puede dar de sí una Deu).
Marco nos contó que Davide le había sugerido comprar para el viaje unos calzoncillos tipo tanga de la marca Yves Saint Laurent, que no ocupaban nada, pero costaban más de 25 euros cada uno. No podéis imaginaros cómo nos reímos.
Durante el baile, tocaron el típico tema griego del Sirtaki, que bailamos todos en corro y nos sirvió para echarnos unas risas. También conseguimos arrastrar a Marco (quien se negaba a bailar), para que bailara con la bandera de Italia a modo de capa de Superman...
Fue una noche muy divertida, pero como todo lo bueno se acaba, tuvimos que despedirnos de nuestros buenos amigos, prometiendo vernos en el DmD de 2009, que se celebrará en la República Checa. Helmut nos explicó, al despedirse, que su idea era que ayudáramos a JR Power, principal interlocutor español con el DmD, ya que él no había podido asistir este año. Nos comprometimos a hacer todo lo que estuviera en nuestra mano.
El domingo nos levantamos tranquilamente y nos fuimos a conocer Luxemburgo capital. Es una ciudad preciosa, rodeada de murallas que escalan por suaves elevaciones y atravesada por un río, a cuyos pies está conservada una parte de la ciudad antigua. Nos gustó mucho e hicimos un recorrido a pie, muy agradable, rodeando las murallas y frescos jardines y huertas, a los pies del río. También vimos el Palacio del Gran Duque en lo alto de la ciudad. Ese día se estaban montando puestos y escenarios por la calle, pues al día siguiente se celebraba la fiesta nacional, y el ambiente era agradable y festivo.
Cuando regresamos a Vianden, cuál no sería nuestra sorpresa al ver que habían cortado la calle principal de nuestro hotel pues llegaban los grandes duques a visitarla con ocasión de la fiesta nacional. Pudimos llegar a nuestro hotel, pues aún faltaban unos minutos, refrescarnos un poco, pues el día era estupendo y más bien caluroso, y bajar a la plaza de la iglesia que había muy cerca de nuestro hotel, donde nos colocamos en una escalera estratégica y muy sombreada desde la que presenciamos todo el espectáculo de recepción. ¡Increíble, pudimos ver a los grandes duques a pocos metros nuestros, quién nos lo hubiera dicho!
El lunes y martes siguiente hicimos nuestro viaje de regreso por el mismo itinerario que a la ida. Volvimos a dormir en Saintes, donde visitamos el anfiteatro romano, que se nos había quedado sin ver a la ida. Afortunadamente, la temperatura durante todo el viaje fue muy agradable y no empezamos a sentir calor verdaderamente hasta encontrarnos a unos 50 Km de Madrid.
El viaje había concluido de forma feliz. El balance era positivo en general. Cosas buenas: los paisajes y los bosques, las carreteras tranquilas y sus numerosas curvitas con buenos trazados, los pueblos tan bonitos, la compañía tan variopinta, divertida y agradable, el buen tiempo... Cosas negativas: los paisajes no resultaron tan espectaculares como los de los Dolomitas, que son una auténtica maravilla; los luxemburgueses, que resultaron ser bastante antipáticos (añoramos bastante a la “Fliri”); la comida, que era bastante sosa (una vez más, añoramos los desayunos de la “Fliri”); pero, sobre todo, echamos mucho de menos a nuestros amigos deauvilleros y pulpos españoles con los que viajamos el año pasado... A todos ellos un fuerte abrazo y enhorabuena al Fleki que ha sido papá en mayo.
En fin, esperamos que os animéis a apuntaros al próximo DmD 2009. Os enviamos el enlace a la web del DmD para que podáis echar un vistazo.
Esperamos hayáis disfrutado del relato y no haberos aburrido demasiado.
Saludos y Vs,
Raúl y María (o Raulville y la Señorita Escarlata).
DATOS DE INTERÉS:
Distancia Madrid – Vianden: 1.700 km aprox
Distancia recorrida en el viaje: 3.816 km.
Media consumo de la moto: 4,6 l/100 km. (de ordenador de la 700 )
Coste gasolina en Francia: rondaba 1,60 € litro
Coste de gasolina en Luxemburgo: rondaba 1,30 € litro.
Precio habitación doble con desayuno: aprox 70 € día. (Luxemburgo)
Precio habitación doble hotel Ibis : 65 € día (Francia)
En junio de 2008, se ha celebrado el DmD (Deauville meets Deauville) o encuentro internacional de deauvilleros en una pequeña población de Luxemburgo, cercana a la frontera alemana, llamada Vianden. Se trata de un pueblo pequeño, pero precioso, de estilo antiguo, cruzado por un río, con un castillo medieval en lo alto de la montaña y un telesilla, el único de Luxemburgo, que te lleva de la zona baja del pueblo (a 200 m.) hasta la zona alta (400 m.) de bosque que rodea al pueblo y al castillo.
Este año, de España, sólo salió una representación de una Deauville 700, un modelo dorado, apodado por sus dueños como “la rubia”, conducida por Raulville, el compañero y chófer de María o la “señorita Escarlata”.
El viaje era todo un reto, 1700 Km en dos días, pero la ilusión de conocer nuevos lugares y las ganas de reencontrar a los amigos del año anterior, nos dieron ánimos para subir a la moto.
El primer día el tiempo fue bastante inestable. Cuando salimos de Madrid, hacía bueno, pero la mayor parte del tiempo hizo fresco, casi frío. Sin embargo, como íbamos bien equipados de ropa, viajamos bien de temperatura. El único factor negativo fue la temida enemiga de todo motero: la lluvia. Salimos de Madrid hacia Burgos, norte de España en dirección a Irún, para atravesar la frontera y dirigirnos hacia Burdeos. Nuestra intención era hacer noche en algún pueblo del interior francés, al norte de Burdeos y antes de llegar a Poitiers, por la región de Cognac.
Conforme avanzábamos hacia el norte, empezó a llover, primero una lluvia más fina bastante tolerable. A ratos, escampaba. En la zona de los alrededores de Burdeos fue donde más nos llovió. Imaginaos la situación: una carretera de periferia de gran ciudad, en la que hay miles de salidas y cruces de carreteras, cargada de tráfico, camiones, coches, autobuses y alguna que otra moto, se trata de una carretera que no conoces, te sientes más frágil pues vas en la moto y para rematar llueve a mares y la visibilidad es casi nula. Aún así, conseguimos atravesar Burdeos sin mayor problema y seguir adelante. Raulville es un conductor admirable y sabe desenvolverse muy bien en este tipo de situaciones.
Estábamos tan cansados de la lluvia que, por esta vez, decidimos pararnos a unos 800 km. de nuestro punto de partida, en un pueblo llamado Saintes. Este pueblo es una preciosidad, lleno de palacetes y mansiones con hermosos jardines, con un río navegable que lo atraviesa y con vestigios de la época romana (unas termas, un arco y un anfiteatro). Como llegamos temprano, quizá hacia las cinco de la tarde, después de descansar un poco y una buena ducha, como ya no llovía, salimos a pasear y hacer unas fotos antes de cenar. Nos encantó el lugar, tanto que decidimos que posiblemente volviéramos a parar en este pueblo a la vuelta.
Al día siguiente, para compensarnos de la lluvia del día anterior, el tiempo fue estupendo. No hacía mucho calor y el cielo estaba despejado, cubierto por ligerísimas nubes blancas que daban frescor y nos protegían del sol de junio. Seguimos atravesando Francia, rodeando ciudades tan famosas como Poitiers, Tours, Le Mans, la mismísima París, Reims, Verdun (famosa por la batalla), etc., etc., hasta llegar a Luxemburgo.
El trayecto por Luxemburgo fue una delicia, por carreteras tranquilas, de un sentido, con curvas muy bien trazadas y rodeadas de espesos bosques que nos daban frescor. Llegamos también pronto a Vianden, hacia las cinco y media de la tarde. Nos encantó la entrada al pueblo, entre curvas y bosque, se vislumbraba el castillo. Nuestro hotel estaba en la calle principal del pueblo, una cuesta bastante pronunciada, atravesada por un par de plazas. El hotel se encontraba en un edificio antiguo con bastante encanto.
URL=http://imageshack.us][/URL]
Cuando llegamos, nos estaban esperando la hermana de Raúl y su marido. Habían viajado desde Alemania (cerca de 400 Km) para pasar un par de días con nosotros y así aprovechar y vernos. Subimos a la habitación, que daba a un patio interior y era fresca y tranquila. Las vistas no eran tan espectaculares como las del hotel de los Dolomitas, pero las camas parecían cómodas y la habitación tenía un aspecto limpio y confortable. Sin querer adelantar acontecimientos, tan sólo os diré que lo que no nos gustó demasiado fue el servicio de hostelería, en general. Los luxemburgueses son bastante fríos y antipáticos, y no atienden demasiado bien a sus clientes, lo cual nos decepcionó un poco, acostumbrados como estábamos al mimo y cuidado de la “Fliri” el año anterior…
Los dos días siguientes, el miércoles y jueves, fueron dos días de descanso para visitar Vianden, su castillo, subir al telesilla, pasear por sus calles, y otro pueblo vecino, Diekirch, en el que, entre otras cosas, visitamos un museo militar o de la guerra muy interesante, dado que la población luxemburguesa debió de padecer mucho durante la segunda guerra mundial (la famosa batalla de las Ardenas).
El jueves por la tarde nos inscribimos en el Info Desk. Había muchos deauvilleros que habían llegado ese día. Estuvimos charlando con algunos alemanes e ingleses. Por la noche, nos juntamos en la terraza del restaurante del hotel a tomar unas cervezas y ver el partido de Alemania y Portugal.
Aquí hacemos un paréntesis para contar algo que nos llamó mucho la atención al llegar a Luxemburgo. Todos sus pueblos tenían alguna bandera de Portugal en alguna de sus casas. Al parecer, hace años hubo mucha inmigración de portugueses a este país para trabajar en las minas de cobre. Lo cierto es que aún deben de vivir muchos portugueses en este país, pues había casi más banderas de Portugal que de Luxemburgo.
Durante el partido, en la terraza, estábamos rodeados de al menos una cincuentena de alemanes con sus banderas, rostros pintados con los colores de la bandera germana e incluso un deauvillero con el pelo teñido a tres colores, y hacia la mitad de las mesas, una ocupada por un grupo de cuatro portugueses con sus bufandas y banderas rojas y verdes. Afortunadamente, no hubo ningún tipo de altercado y los hinchas de ambos equipos se mantuvieron el respeto todo el tiempo.
Esa noche cayó una tormenta fuerte de verano, pues tanto ese día como el anterior había hecho bastante calor y, con la humedad y el bochorno, se formaron nubes que descargaron una fuerte lluvia. En ese momento, todos nos temimos lo peor para el día siguiente: ruta pasada por agua. Por suerte, tanto el viernes, como el sábado y domingo hizo un tiempo estupendo, más bien despejado con ratos de nubes y de claros, pero sin ninguna lluvia.
El viernes hicimos la ruta con un grupo de alemanes. Nuestro guía era Clemens. Nos condujo por el lado oriental de Luxemburgo para cruzar la frontera con Alemania por un pueblo del norte, llamado Dasburg. La frontera entre Alemania y Luxemburgo está separada por un río y la ruta era de lo más bonita y agradable: suaves montañas, muchas curvitas, espesos bosques y el río bordeando la carretera en muchos tramos. Nos adentramos en Alemania y paramos a comer en un pueblo llamado Bittburg, de donde es la cerveza alemana Bittburger.
A la vuelta hicimos alguna pausa para fotos y cafés. El día se había nublado un poco, pero la temperatura era muy agradable (por teléfono nos habían comentado que ya habían llegado los calores a España y disfrutábamos de los cerca de veinte grados que hacía por allí). Fue una ruta maja de alrededor de 180 Km.
Esa tarde, a nuestro regreso, se celebraba una recepción en el hotel vecino al Info Desk, en la que la alcaldesa de Vianden agradeció a los deauvilleros que hubiesen elegido nuevamente este pueblo (se trataba del segundo DmD celebrado en Vianden) para celebrar este encuentro. Se nos invitó a una copa y después se preparó una barbacoa en la que cada uno se servía lo que le apetecía a discreción. Nos sentamos con los británicos, con los que intercambiamos impresiones y tuvimos la oportunidad de conocer a Bryan, un deauvillero de 80 años, con un aspecto inmejorable que se había venido hasta Luxemburgo con su moto. Nos impresionó, pues se le veía en plena forma.
Al terminar la barbacoa llegó el grupo de los griegos y, entre ellos, la mejicana Cristina y su marido Stratos, con los que podíamos hablar en español. Nos fuimos con ellos a tomar unas cervezas para acabar bien la noche y contarnos nuestras aventuras del último año: una graciosa conversación en español, griego e inglés.
El sábado nos apuntamos a la ruta del grupo de los griegos. El grupo era de lo más variado y divertido, pues se apuntaron, además de los griegos y nosotros, una pareja de franceses muy majos, un belga muy simpático, que ya conocíamos del año anterior, un par de italianos, Marco y Davide, muy simpáticos y realmente graciosos, que estaban de paso ese día, para dirigirse ni más ni menos que al Cabo Norte, y un par de alemanes, también muy majos, uno de ellos nuestro guía, Patrick, que debieron de flipar con tanto carácter latino.
La verdad es que pasamos un día estupendo en todos los sentidos. La ruta fue principalmente por todo Luxemburgo, una preciosidad. Las carreteras parecían hormigueros de motos. Era sábado, el tiempo acompañaba y todos los moteros de la zona disfrutábamos del frescor de los bosques y de las curvas de unas carreteras bastante tranquilas.
En un momento dado, cruzamos la frontera con Bélgica y paramos en Bastogne, otro pueblo muy castigado por la guerra, del que apenas han quedado restos antiguos. El pueblo estaba lleno de pastelerías (debía de haber al menos una en cada esquina), con unos escaparates llenos de tartas de frutas con un aspecto delicioso. El problema es que, cuando hicimos esta parada eran las once y media de la mañana y aún no teníamos muchas hambres, después del desayuno buffet que solíamos tomar en el hotel. Aún así, algunos de los griegos, muy golosos, se compraron un par de pasteles y pudimos probar un bocado de aquellos suculentos dulces. De haber parado allí un par de horas más tarde, seguro que nos hubiéramos comido una tarta cada uno, los más golosos y también los menos golosos.
Los alemanes hicieron su pequeño almuerzo en esta parada. Luego, seguimos ruta hasta volver a parar en un pueblo precioso de Luxemburgo, donde nos paramos para comer algo. La comida fue bastante mala, pero la compañía inmejorable: nos reímos muchísimo con los griegos y los italianos. Fue estupendo. Durante la comida, Pino llamó a Davide y aprovechamos para saludarle y desearle un buen viaje, pues días después, también él partía hacia Cabo Norte. Nos envió muchos saludos para todos los amigos españoles.
Regresamos a Vianden, satisfechos y con las cámaras llenas de fotos de un día entrañable y muy divertido. A las cinco era la foto de grupo. Nos reunieron en una gran explanada. Resultaba impresionante ver todas las motos, casi todas Deauville, aparcadas y posando para el retrato. Después nos retrataron a todos juntos. Una foto más para el recuerdo.
Por la noche, se celebraba la cena de despedida con baile. La cena era tipo buffet y no estuvo mal. Antes del baile, Helmut y otros organizadores del DmD nos dijeron algunas palabras de agradecimiento, y después empezó la marcha y el bailoteo. Nuestra cena se repartió, inicialmente entre alemanes y luego con los griegos e italianos. Resultó de lo más divertida y risueña. Marco y Davide llegaron algo así como una hora más tarde, pero a tiempo para cenar. Se retrasaron porque Marco estaba reparando su radio (al día siguiente seguían viaje hacia Cabo Norte y la radio era importante como compañía). Nos reímos mucho con sus ocurrencias y anécdotas: nos contaron todos sus preparativos del viaje, equipaje que llevaban y demás. Llevaban comidas para las noches, un hornillo de camping, tienda de campaña y sacos. Marco llevaba un portátil y una PDA. Era alucinante cómo podían llevar tanto equipaje en una moto (para que veáis lo que puede dar de sí una Deu).
Marco nos contó que Davide le había sugerido comprar para el viaje unos calzoncillos tipo tanga de la marca Yves Saint Laurent, que no ocupaban nada, pero costaban más de 25 euros cada uno. No podéis imaginaros cómo nos reímos.
Durante el baile, tocaron el típico tema griego del Sirtaki, que bailamos todos en corro y nos sirvió para echarnos unas risas. También conseguimos arrastrar a Marco (quien se negaba a bailar), para que bailara con la bandera de Italia a modo de capa de Superman...
Fue una noche muy divertida, pero como todo lo bueno se acaba, tuvimos que despedirnos de nuestros buenos amigos, prometiendo vernos en el DmD de 2009, que se celebrará en la República Checa. Helmut nos explicó, al despedirse, que su idea era que ayudáramos a JR Power, principal interlocutor español con el DmD, ya que él no había podido asistir este año. Nos comprometimos a hacer todo lo que estuviera en nuestra mano.
El domingo nos levantamos tranquilamente y nos fuimos a conocer Luxemburgo capital. Es una ciudad preciosa, rodeada de murallas que escalan por suaves elevaciones y atravesada por un río, a cuyos pies está conservada una parte de la ciudad antigua. Nos gustó mucho e hicimos un recorrido a pie, muy agradable, rodeando las murallas y frescos jardines y huertas, a los pies del río. También vimos el Palacio del Gran Duque en lo alto de la ciudad. Ese día se estaban montando puestos y escenarios por la calle, pues al día siguiente se celebraba la fiesta nacional, y el ambiente era agradable y festivo.
Cuando regresamos a Vianden, cuál no sería nuestra sorpresa al ver que habían cortado la calle principal de nuestro hotel pues llegaban los grandes duques a visitarla con ocasión de la fiesta nacional. Pudimos llegar a nuestro hotel, pues aún faltaban unos minutos, refrescarnos un poco, pues el día era estupendo y más bien caluroso, y bajar a la plaza de la iglesia que había muy cerca de nuestro hotel, donde nos colocamos en una escalera estratégica y muy sombreada desde la que presenciamos todo el espectáculo de recepción. ¡Increíble, pudimos ver a los grandes duques a pocos metros nuestros, quién nos lo hubiera dicho!
El lunes y martes siguiente hicimos nuestro viaje de regreso por el mismo itinerario que a la ida. Volvimos a dormir en Saintes, donde visitamos el anfiteatro romano, que se nos había quedado sin ver a la ida. Afortunadamente, la temperatura durante todo el viaje fue muy agradable y no empezamos a sentir calor verdaderamente hasta encontrarnos a unos 50 Km de Madrid.
El viaje había concluido de forma feliz. El balance era positivo en general. Cosas buenas: los paisajes y los bosques, las carreteras tranquilas y sus numerosas curvitas con buenos trazados, los pueblos tan bonitos, la compañía tan variopinta, divertida y agradable, el buen tiempo... Cosas negativas: los paisajes no resultaron tan espectaculares como los de los Dolomitas, que son una auténtica maravilla; los luxemburgueses, que resultaron ser bastante antipáticos (añoramos bastante a la “Fliri”); la comida, que era bastante sosa (una vez más, añoramos los desayunos de la “Fliri”); pero, sobre todo, echamos mucho de menos a nuestros amigos deauvilleros y pulpos españoles con los que viajamos el año pasado... A todos ellos un fuerte abrazo y enhorabuena al Fleki que ha sido papá en mayo.
En fin, esperamos que os animéis a apuntaros al próximo DmD 2009. Os enviamos el enlace a la web del DmD para que podáis echar un vistazo.
Esperamos hayáis disfrutado del relato y no haberos aburrido demasiado.
Saludos y Vs,
Raúl y María (o Raulville y la Señorita Escarlata).
DATOS DE INTERÉS:
Distancia Madrid – Vianden: 1.700 km aprox
Distancia recorrida en el viaje: 3.816 km.
Media consumo de la moto: 4,6 l/100 km. (de ordenador de la 700 )
Coste gasolina en Francia: rondaba 1,60 € litro
Coste de gasolina en Luxemburgo: rondaba 1,30 € litro.
Precio habitación doble con desayuno: aprox 70 € día. (Luxemburgo)
Precio habitación doble hotel Ibis : 65 € día (Francia)
- evanin
- Registrado: Miércoles, 16 Enero 2008, 19:40
- MARCA: BMW
- MODELO: K 1600 GT
- COLOR: colorá y negra
- KOMANDO: De todos
- Nombre Real: Javier
- Ubicación: León
Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Creo que habrá que daros el título a las mejores crónicas internacionales deauvilleras Sí señor, sois una pareja motera de verdad, casi como nosotros, los evanines
Nos vemos en la kedada de León
Nos vemos en la kedada de León
Si no puedes cambiar la realidad, ensuéñala...
- sandocan
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- Nombre Real: JOSE LUIS
- Ubicación: VITORIA
Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Precioso reportaje,Gracias raul por hacernos participes de tan maravillosa aventura.
- Juanmiranda
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- KOMANDO: F.Norte
- Nombre Real: Ya lo sabes
- Ubicación: Miranda de Ebro (Burgos)
Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Una verdadera gozada ver el reportaje.
Solo dais envidia, sana pero envidia.
Gracias por compartirlo.
Solo dais envidia, sana pero envidia.
Gracias por compartirlo.
- barajasdemelo
- Registrado: Miércoles, 16 Enero 2008, 19:40
- MARCA: HONDA
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- COLOR: GRIS, GRIS
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- Nombre Real: Angel
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Bunea cronica y bonitas !afotos".
El roto209AND-6728AMM-MGM - aecTe creias que te ibas a comer el mundo hasta que te diste cuenta que no tenias dientes. (mio)dos de mis tres amoresAngel e Isabel
- Steelman
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Buena cronica.
Me encanta leer las cronicas de viajes de los moteros!!
Luxemburgo no es un destino muy "llamativo" pero despues de ver las fotos de los bosques,pueblecitos,....pues se merece una escapada!
GRACIAS
PD: el link de la DMD2009 no lo veo
Me encanta leer las cronicas de viajes de los moteros!!
Luxemburgo no es un destino muy "llamativo" pero despues de ver las fotos de los bosques,pueblecitos,....pues se merece una escapada!
GRACIAS
PD: el link de la DMD2009 no lo veo
http://WWW.MOTOTURISME.CAT" onclick="window.open(this.href);return false; (TURISME EN MOTO EN CATALA)
- raulville
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
[quote user="Steelman" post="21951"]Buena cronica.
Me encanta leer las cronicas de viajes de los moteros!!
Luxemburgo no es un destino muy "llamativo" pero despues de ver las fotos de los bosques,pueblecitos,....pues se merece una escapada!
GRACIAS
PD: el link de la DMD2009 no lo veo [/quote]
Tienes toda la razón Steelman
Todavía no está funcionando la web oficial del DMD 2009 pero te pongo un enlace al foro donde viene el lugar de reunión ( Pec Pod Snezkou - República Checa) las fechas (del 22 al 27 de Junio del 2009) y ya está concertado un hotel bastante grande para alojar a los Deauvilleros Internacionales.....
http://www.goes-to.com/wbb/dmd-international/d ... -republic/
De todas formas, cuando tengamos mas información, la iremos poniendo en un post con una chincheta, específico para el DMD 2009 (si los Sres. Moderadores dan su permiso... ;-) )
Ah, y muchas gracias a todos, de parte de María, la creadora del relato....
Vsss y saludos.
Me encanta leer las cronicas de viajes de los moteros!!
Luxemburgo no es un destino muy "llamativo" pero despues de ver las fotos de los bosques,pueblecitos,....pues se merece una escapada!
GRACIAS
PD: el link de la DMD2009 no lo veo [/quote]
Tienes toda la razón Steelman
Todavía no está funcionando la web oficial del DMD 2009 pero te pongo un enlace al foro donde viene el lugar de reunión ( Pec Pod Snezkou - República Checa) las fechas (del 22 al 27 de Junio del 2009) y ya está concertado un hotel bastante grande para alojar a los Deauvilleros Internacionales.....
http://www.goes-to.com/wbb/dmd-international/d ... -republic/
De todas formas, cuando tengamos mas información, la iremos poniendo en un post con una chincheta, específico para el DMD 2009 (si los Sres. Moderadores dan su permiso... ;-) )
Ah, y muchas gracias a todos, de parte de María, la creadora del relato....
Vsss y saludos.
Última edición por raulville el Jueves, 03 Julio 2008, 19:32, editado 1 vez en total.
- Steelman
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
La R.Checa es un destino precioso para ir en moto. Y el DMD es una excusa perfecta.
Paisajes,temperatura,gente,....
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Que envidia!!!
A ver si al DMD 2009 conseguimos que no seais los únicos españoles... Estaría bien...
A ver si al DMD 2009 conseguimos que no seais los únicos españoles... Estaría bien...
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Muy buena crónica María,gracias por compartirlo con nosotros.La verdad es que dais una envidia....sana.Rául,un viaje estupendo. ;-)
SOCIO AND Nº 94
- jano
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
El otro día en el metro comencé a urgar en mi pda y vi la crónica que iba haciendo el año pasado día a día cuando estuve en los Alpes con vosotros, Rayorojo, Andresín, Antonio y JR. Empecé a leerla y reviví los momentos de ese viaje (tengo pendiente arreglarla y enviarosla a todos). Sin duda uno de los mejores de mi vida y con unos recuerdos fantásticos...
Me alegro de que hayáis vuelto a ver a Stratos, a Cristina, Helmut y tantos otros que conocimos en Lana. Magnífica la crónica de María, como no podía ser de otro modo
Espero veros pronto chicos. Mientras, ¡enhorabuena por tan magnífico viaje y un abrazo!
Me alegro de que hayáis vuelto a ver a Stratos, a Cristina, Helmut y tantos otros que conocimos en Lana. Magnífica la crónica de María, como no podía ser de otro modo
Espero veros pronto chicos. Mientras, ¡enhorabuena por tan magnífico viaje y un abrazo!
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- rayorojo
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Bonita crónica Maria, ya la del año pasado fue perfecta la de este inmejorable. Felicidades por representar a los Deauvilleros españoles, ver y saludar a los amigos internacionales, en definitiva ir Ya sabéis que me hubiera gustado ir con vosotros, en realidad estaba en mi calendario de viajes de este año, pero la organización y elaboración de nuestra concentración Encrucijada me lo impidió. Esperemos que en futuros viajes o ese de la Rep. Checa lo podamos llevar cabo. Nos veremos pronto. Saludos.
- rayorojo
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Amigo Jano
Espero con impaciencia esa cronica
Saludos
Espero con impaciencia esa cronica
Saludos
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Re: DMD 2008 DESTINO LUXEMBURGO: CRONICA Y FOTOS
Jodo,............ con un par.
Realmente espectacular, menos mal que siempre hay algún valiente que nos representa. Gracias Raul. ;-)
Realmente espectacular, menos mal que siempre hay algún valiente que nos representa. Gracias Raul. ;-)