No hay palabras.
Este finde lo llevo "un poco regular" de ánimos. He entrado por si leía algo al ver un correo de ayer que nos avisaba de que las puertas de esta casa común se habían vuelto a abrir y ...joder...
No, no hay palabras...
Tuve la suerte de conocerle el año pasado en la comida de Navidad de los Paela, y me ganó enseguida con sus bromas, su aspecto bonachón y el cariño con el que trataba a todo el mundo; especialmente emotivo el recuerdo del cariño con que abrazaba al nietecico "que iba pa motero", decía...
Después hemos coincidido un par de ocasiones más en las que no hizo sino reafirmar esa primera impresión: era buena gente.
Siento su pérdida (siempre me he considerado "Paela adoptivo") como siento el dolor de los otros hermanos paeleros que tuvieron que vivir ese trágico momento: Luis, Toni, Carlos, María, Antonio y Luis... un abrazo muy muy grande para vosotros.
Un abrazo mayor aún si cabe para su mujer, sus hijos y para ese nietecico.
Me vienen dos fragmentos de una poesía preciosa, "Elegía a la muerte de Ramón Sitgé" de Miguel Hernández, alicantino como vosotros:
"...No hay extensión más grande que mi herida..."
y otra que constituyen unas de las líneas más bonitas escritas en nuestro idioma, emplazando al amigo difunto a un futuro encuentro bajo almendros en flor como los que poblarán en unas semanas esas carreteras de vuestras sierras:
"... a las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero".
Mañana sin falta estaré a acompañaros. siento no haberlo podido hacer antes.

al cielo, Rogelio.
..."lo importante no es llegar, sino el camino recorrido"...
SOCIO A.N.D. nº 178