Un Día En El Honda Day
Publicado: Sábado, 07 Junio 2008, 19:50
La historia que voy a contar data del día 7 de junio de este año.
Quince días antes de dicha fecha me enteré que en Murcia se iba a celebrar el Honda Day y, como me hacía mucha ilusión probar uno de sus modelos, llamé a mi buen amigo Luis y lo convencí para apuntarnos (que conste que no me costó nada convencerlo).
Él se iba ese mismo fin de semana a la quedada de Mallorca y yo me encargué de reservar plazas. Después de muchos problemas me dijeron que había que hacerlo por internet.
El lunes siguiente le comenté a Luis los pasos a seguir, rellenamos el formulario y enviamos el correo aunque, no contento con esto, Luis fue a solicitar “enchufe” en la casa Honda. En el mismo momento nos comunicaron que ya teníamos reservadas las monturas para las 11:30 y 12:30. Así quedó la cosa.
Los días pasaron y el jueves antes de la fecha me llegó un correo solicitando confirmación de sólo una de las dos monturas que había rellenado en el formulario (no era la que me hacía tanta ilusión probar pero menos daba una piedra) y que me había confirmado Luis por teléfono. Esto me extraño pero confirmé la cita.
Al llegar el sábado, nos buscamos en las listas y cuál fue nuestra sorpresa al ver que yo sólo estaba para el modelo que había confirmado pero Luis...¡Luis no estaba por lado alguno!
Nos quedamos desalentados, y fue entonces cuando el “enchufao” (porque no tiene otro nombre) movió los hilos hasta el punto que, de repente, él ya salía en las listas con uno de los modelos y yo, qué casualidad, estaba en la lista con los dos modelos.
Hasta aquí bien. Llega la hora deseada y le toca el turno a Luis. Como dicen que una imagen vale más que mil palabras vamos a dejarnos de cháchara.
Fijaos en su cara de gusto, justo cuando introduce la llave de contacto

Acto seguido se ajusta el casco, se pone los guantes y se sienta sobre el caballo de hierro empezando a juguetear con las marchas.

Si os dais cuenta, lo que estaba tocando en la foto anterior no eran las luces sino las marchas, en esta foto podemos observar que esta moto no tiene maneta de embrague y carece de palanca de marchas en el pie izquierdo.

Nos enseña cómo montan los veteranos, al estilo Harley Davidson. (La verdad es que el pedal de freno no se te va a perder, ¡vaya que no!).

Nos saluda al más puro estilo americano y desaparece dejando una estela de envidia para los que nos quedamos en pie mirando mientras nos secamos las babas.

Llega y nos hace un gesto con la cabeza. Luego averiguaremos qué quiere decir porque me toca el turno a mí.
Me preparo y me dirijo hacia mi montura. Una vez allí, volvemos a los mismos pasos, ajuste del casco, ponernos los guantes...

Buscamos la marcha atrás para salir de la pendiente y ....¡ups!, esta moto no tiene marcha atrás.

Nos toca bajarnos de ella y empujarla a pulso, como unos machotes. Me preguntan si necesito ayuda y, aunque digo que no es necesario, el gentil compañero decide echarme una mano. Muy agradecido me dispongo a montar en mi caballito preferido.

Y ya estamos montados. ¿Habéis visto mi cara? ¡Estoy montado en la moto de mis sueños!, ¡Impresionante!

Metemos primera y no es tan aparatosa como me la esperaba, es más cómoda que la Deu, te acoplas mejor, en fin, que no os voy a contar lo que seguro sabéis que a más de uno le voy a poner los dientes largos.

Salimos zumbando. ¡Esta moto es una gozada!

Después de la vuelta de rigor toca despedirse, ya sabéis que las despedidas siempre fueron malas, y esta no va a ser diferente. Aparcamos el caballo teniendo mucho cuidado de no rayar la moto de mi derecha....

Y, ni por supuesto la moto de la izquierda, que es una flamante montura en color verde tasmania del 2002. (La que más corren, aunque menos, mucho menos que esta)

Y mientras nos bajamos del caballo nos damos cuenta que, ¡ostras!, ¡si es la moto de Pillo!, la de la izquierda, lógicamente.

Salgo raudo y veloz a dejar las llaves y me pongo a comentar las jugadas con Luís, sin darme cuenta que tenía que haber recogido las llaves de la siguiente montura a probar.
Me doy la vuelta, llego a la mesa de recogida de llaves y comento que me toca salir con la otra moto. Pero ya es tarde; mientras hacía la primera prueba han preguntado por mí y, como no estaba, han dado mi hueco a otra persona. Algo no me cuadra, pero también es cierto que he podido hacer la primera prueba gracias a un apaño, así es que pregunto si hay algún hueco libre para probarla y me responden que no.
Lo dejo pasar ya que he probado la que me hacía ilusión, pero me quedo con el gusanillo de montarme es este otro modelo así es que le pido a Luis que nos esperemos a que regresen, me eche unas fotos y nos vamos a casa, a recogernos las babas con nuestras familias.
Y aquí unas fotos. Saliendo del aparcamiento.

Desde un ángulo mejor. No podéis negar que el color es muy bonito, ¿eh?

Y vuelta a aparcarla que no nos toca probarla.

Bueno, si habéis llegado hasta aquí, agradecer el que hayáis aguantado este ladrillo. Ha sido una sensación bonita que quería compartir con todos vosotros.
¡Ah!, por si alguien pregunta por Daleth...... no ha podido venir porque hace nueve meses que no se quita la mochila y, encima se equivocó y se la puso delante en vez de detrás. Si es que hay cada gente más rara por el mundo.......

Un abrazo a todos y a ver si nos vemos pronto.
¡¡¡¡¡¡Quiero una Pannnnnnnnnnn!!!!!!
Quince días antes de dicha fecha me enteré que en Murcia se iba a celebrar el Honda Day y, como me hacía mucha ilusión probar uno de sus modelos, llamé a mi buen amigo Luis y lo convencí para apuntarnos (que conste que no me costó nada convencerlo).
Él se iba ese mismo fin de semana a la quedada de Mallorca y yo me encargué de reservar plazas. Después de muchos problemas me dijeron que había que hacerlo por internet.
El lunes siguiente le comenté a Luis los pasos a seguir, rellenamos el formulario y enviamos el correo aunque, no contento con esto, Luis fue a solicitar “enchufe” en la casa Honda. En el mismo momento nos comunicaron que ya teníamos reservadas las monturas para las 11:30 y 12:30. Así quedó la cosa.
Los días pasaron y el jueves antes de la fecha me llegó un correo solicitando confirmación de sólo una de las dos monturas que había rellenado en el formulario (no era la que me hacía tanta ilusión probar pero menos daba una piedra) y que me había confirmado Luis por teléfono. Esto me extraño pero confirmé la cita.
Al llegar el sábado, nos buscamos en las listas y cuál fue nuestra sorpresa al ver que yo sólo estaba para el modelo que había confirmado pero Luis...¡Luis no estaba por lado alguno!
Nos quedamos desalentados, y fue entonces cuando el “enchufao” (porque no tiene otro nombre) movió los hilos hasta el punto que, de repente, él ya salía en las listas con uno de los modelos y yo, qué casualidad, estaba en la lista con los dos modelos.
Hasta aquí bien. Llega la hora deseada y le toca el turno a Luis. Como dicen que una imagen vale más que mil palabras vamos a dejarnos de cháchara.
Fijaos en su cara de gusto, justo cuando introduce la llave de contacto

Acto seguido se ajusta el casco, se pone los guantes y se sienta sobre el caballo de hierro empezando a juguetear con las marchas.

Si os dais cuenta, lo que estaba tocando en la foto anterior no eran las luces sino las marchas, en esta foto podemos observar que esta moto no tiene maneta de embrague y carece de palanca de marchas en el pie izquierdo.

Nos enseña cómo montan los veteranos, al estilo Harley Davidson. (La verdad es que el pedal de freno no se te va a perder, ¡vaya que no!).

Nos saluda al más puro estilo americano y desaparece dejando una estela de envidia para los que nos quedamos en pie mirando mientras nos secamos las babas.

Llega y nos hace un gesto con la cabeza. Luego averiguaremos qué quiere decir porque me toca el turno a mí.
Me preparo y me dirijo hacia mi montura. Una vez allí, volvemos a los mismos pasos, ajuste del casco, ponernos los guantes...

Buscamos la marcha atrás para salir de la pendiente y ....¡ups!, esta moto no tiene marcha atrás.

Nos toca bajarnos de ella y empujarla a pulso, como unos machotes. Me preguntan si necesito ayuda y, aunque digo que no es necesario, el gentil compañero decide echarme una mano. Muy agradecido me dispongo a montar en mi caballito preferido.

Y ya estamos montados. ¿Habéis visto mi cara? ¡Estoy montado en la moto de mis sueños!, ¡Impresionante!

Metemos primera y no es tan aparatosa como me la esperaba, es más cómoda que la Deu, te acoplas mejor, en fin, que no os voy a contar lo que seguro sabéis que a más de uno le voy a poner los dientes largos.

Salimos zumbando. ¡Esta moto es una gozada!

Después de la vuelta de rigor toca despedirse, ya sabéis que las despedidas siempre fueron malas, y esta no va a ser diferente. Aparcamos el caballo teniendo mucho cuidado de no rayar la moto de mi derecha....

Y, ni por supuesto la moto de la izquierda, que es una flamante montura en color verde tasmania del 2002. (La que más corren, aunque menos, mucho menos que esta)

Y mientras nos bajamos del caballo nos damos cuenta que, ¡ostras!, ¡si es la moto de Pillo!, la de la izquierda, lógicamente.

Salgo raudo y veloz a dejar las llaves y me pongo a comentar las jugadas con Luís, sin darme cuenta que tenía que haber recogido las llaves de la siguiente montura a probar.
Me doy la vuelta, llego a la mesa de recogida de llaves y comento que me toca salir con la otra moto. Pero ya es tarde; mientras hacía la primera prueba han preguntado por mí y, como no estaba, han dado mi hueco a otra persona. Algo no me cuadra, pero también es cierto que he podido hacer la primera prueba gracias a un apaño, así es que pregunto si hay algún hueco libre para probarla y me responden que no.
Lo dejo pasar ya que he probado la que me hacía ilusión, pero me quedo con el gusanillo de montarme es este otro modelo así es que le pido a Luis que nos esperemos a que regresen, me eche unas fotos y nos vamos a casa, a recogernos las babas con nuestras familias.
Y aquí unas fotos. Saliendo del aparcamiento.

Desde un ángulo mejor. No podéis negar que el color es muy bonito, ¿eh?

Y vuelta a aparcarla que no nos toca probarla.

Bueno, si habéis llegado hasta aquí, agradecer el que hayáis aguantado este ladrillo. Ha sido una sensación bonita que quería compartir con todos vosotros.
¡Ah!, por si alguien pregunta por Daleth...... no ha podido venir porque hace nueve meses que no se quita la mochila y, encima se equivocó y se la puso delante en vez de detrás. Si es que hay cada gente más rara por el mundo.......

Un abrazo a todos y a ver si nos vemos pronto.
¡¡¡¡¡¡Quiero una Pannnnnnnnnnn!!!!!!