He modificado un poco esta gran cita para adaptarla a nuestro viaje, porque sinceramente, creo que expresa con claridad lo que he sentido cuando he visto tantas fotos, y me han pasado por la cabeza tantos recuerdos. Me he sentido un poco agobiada con el relato porque no sabía por dónde empezar y a que dar más importancia.
Al final me he decidido a hacerlo como siempre, dejarme llevar por lo que recuerdo cuando voy viendo las fotos, y esperar no aburrir a nadie que se ponga a leerlo, porque si lo resumo mucho para mi pierde esencia.
Después de unos días en Galicia con Noroeste en moto y habiendo hecho noche en Ponferrada, para despedirnos de nuestro buen amigo Juan, que tomaba otras carreteras para completar una ruta que había comenzado hacia días, comenzamos nuestra ruta con Emilio y Roció, para llegar hasta Jaca y hacer noche, y al día siguiente completar el viaje hasta Castres, ya en Francia, que era donde habíamos quedado con todo el grupo.
Pasamos por el Bierzo, contemplando los inmensos bosques de los Ancares que separan Galicia y León, y los tejados de pizarra de todas aquellas tierras.

Por la ribera del Órbigo, con sus campos y huertas bien regaditos, cruzamos la tierra de Campos, con sus trigales inmensos y pasando siempre al lado del camino de Santiago.

Dejamos a un lado Burgos y nos dirigimos por la Rioja hasta Logroño. Allí paramos a comer unos pinchos en la calle Laurel. Con el excesivo calor que hacía con cuatro pinchos y dos vinos estábamos ya comidos, y retomamos la marcha.

También por el espléndido pantano de Yesa, con su agua de color azul turquesa….. Y llegamos a Jaca.

Nos alojamos en la calle 7 de febrero de 1883, y nos llamó la atención el nombrecito, hace referencia al día en que se comenzó a construir la presa que daría agua y vida a esa región: la Jacetania.
Jaca estaba impresionantemente llena de gente, nos costó encontrar hotel y luego donde cenar. Es una ciudad que siempre está muy animada y siempre hay sitios chulos por descubrir. Al final pudimos comer algo en un sitio que a mí me gusta mucho, la Lola, un bar para picotear con un patio súper acogedor.
No sé si del calor que pasamos, o del exceso de marisco del día anterior, me empecé a encontrar fatal y me tuve que ir al hotel antes de lo previsto, les deje a los tres solitos y un poco a medios pelos.
Al día siguiente nos quedaban otra buena ruta hasta Castres y no quería ir con mal cuerpo en la moto.
Cruzamos a Francia por el túnel de Bielsa, antes de cruzar paramos en un barcito de carretera a desayunar pedimos algo de queso para dos y fruta para dos y nos pusieron comida como para una boda.
La subida hasta arriba aunque había trafico como era pronto, estuvo entretenida, en el túnel nos tocó esperar, pero admirando esos paisajes no se hace largo.


Por carreteritas como la D6, la D3, la D126, cruzamos hasta Castres, en Francia se circula estupendamente en moto por locales, que están súper bien conservadas y hay poco tráfico.
Comimos en un parque de aventuras llamado Tepacap, donde hay un montón de tirolinas, aventuras, juegos, tiene un sitio cerrado para convenciones, cabañas en los árboles para pasar la noche… en resumen un parque para pasarlo bomba.
Nosotros fue una comida rápida, pero que no estuvo nada mal, y además en un sitio súper inesperado.
Esto estaba en las cercanías de Toulouse, con lo que no nos llevó nada llegar a Castres. Allí ya estaba algún que otro compañero, pero les habían dicho en el hotel que hasta que no llegara el responsable no nos daban las habitaciones, así que alguno nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo y ver lo más significativo que estaba todo cerca.

Castres es etapa del camino de Santiago francés, se desarrolló en el siglo IX, en torno a la abadía de Saint- Benoit, tiene numerosos monumentos como el Palacio Episcopal donde hoy está el museo Goya, que después del Louvre es el museo de arte hispánico más importante de Francia. Es un edificio de estilo clásico e integra el antiguo campanario de la abadía de Saint- Benoit.

Dentro del edifico se encuentra el famoso jardín de L`Eveche, diseñado por el jardinero del rey Luis XIV, y catalogado desde el año 2004, como uno de los jardines destacables de Francia, pero que yo sinceramente creo que habrá vivido tiempos mejores, para merecer semejantes galardones, porque aunque bonito….

Y llegamos a las casas de colores en el muelle de los jacobinos en el muelle del Agout, destacan sus colores y recuerdan la que fuera principal actividad de la ciudad, la industria textil, los curtidores y pergamineros utilizaban el agua para trabajar la piel.

Paseando vas viendo innumerables y antiguos palacetes, del siglo XVII y posteriores que relatan por si solos la riqueza histórica de Castres.
Después nos sentamos en la plaza de Jean Jaures a cenar.
Allí recibimos la agradable sorpresa de la visita fugaz de Francesc y sus dos muchachos. Nos alegramos mucho de verle. A la mañana siguiente el volvía a España y nosotros continuamos ruta.

El miércoles era un día para irnos acercando a destino, por lo que eran muchos km, aprovechando paradas para ver cosas. Nuestro destino para hacer noche Dardilly.
De Castres al Mirador de Bozouls, es un cañón en forma de herradura de 400m. de diámetro y 100 m. de profundidad excavado en la roca calcárea por el rio Dourdou. Desde el balcón panorámico de la plaza del Ayuntamiento se contemplan las casas colgadas al borde del precipicio. En el centro se encuentra la Iglesia de San Fausto de estilo románico y construida en arenisca roja. Esta declarado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Además el día que fuimos había un rastrillo de segunda mano, que luego vimos en varios pueblos, y aparte que vendían multitud de cosas curiosas, estaba el pueblo súper animado.



De allí rutita hasta Espalion, situado en el corazón del valle del Lot.
El rio Lot antes llamado Olt atraviesa la región del Aveyron excavando profundas gargantas e implantando poblaciones, por lo que todos sus valles cuentan con un patrimonio importante construido.
En Espalion destacar el Palacio Viejo a orillas del rio que data del siglo XVI.

La iglesia parroquial de estilo neoclásico construida en gres rosa, con dos torres de 45m. de altura y coronadas por la Virgen y San José.

Me impacto, por ignorancia, descubrir el Museo de la Escafandra, no tenía ni idea que podía haber un museo dedicado a eso solo, está allí porque dos espalionenses crearon y probaron la primera escafandra autónoma, lo que hoy se ha convertido en un equipo de buceo.

Hay una figura relacionada al lado del rio.

El Puente Viejo es el monumento más antiguo de la ciudad data del siglo XI, está hecho de gres rosa también, a posteriori se levantó el puente nuevo y entre los dos se encuentran las antiguas curtidurías y casas típicas de madera, donde antiguamente se lavaban las pieles.

De allí por bonitos paisajes y divertidas carreteras en dirección al lago de Bouchet, donde queríamos comer, cuando llegamos estaba a tope de gente, ya que es un sitio muy turístico en verano, había barquitos, gente bañándose, e incluso al otro lado una playa artificial, el chiringuito por supuesto a tope. A estas horas, ya que allí comen pronto, solo quedaban bocadillos para comer, pero nos pusieron unos bocatas súper buenos como podéis comprobar en las fotos.


Entre lo rico del bocata y el estupendo paisaje, disfrutamos un montón de la comida.
Por la tarde pasamos por Le Puy en Velay. Es un pueblo también en el camino de Santiago francés. Esta allí la catedral de Notre Dame de France, del siglo XI de estilo románico con influencias orientales, hispánicas y moriscas.

Toda la ciudad es un monumento hay varias edificios religiosos como la iglesia de San Lorenzo, San Jorge, La de San Pedro de los Carmelitas y el Hospital Dieu que daba cobijo y reposo a los peregrinos.

Pero lo que llama la atención sobremanera es la estatua a Notre Dame de Francia, se levanta en lo alto de la roca desde 130 metros de altura y mira todo alrededor.
Teníamos poco tiempo pero yo me escape por las callejuelas, quería llegar hasta la estatua de la Virgen, fue imposible por varios motivos, estaba el pueblo lleno de gente porque se celebraba la Virgen Negro, el 15 de agosto, y había procesión y un montón de curas, monjas y feligreses variados, y porque cuando conseguí llegar casi a los pies de la Virgen, me cobraban entrada y a esperar la cola.

Baje como pude a todo correr, y tanto corrí que me despiste y me perdí, con la ubicación que me mando Juantxu y la ayuda de un gendarme, conseguí llegar al parquin pero ya se habían ido todos, menos mi motero favorito y Roció y Emilio.
Es un pueblo precioso para perder un día o incluso dos en su visita.
Justo enfrente y separado por nada esta Aguillet, con la capilla de Saint Michel d´Aiguilhe enfrente de la Virgen, la capilla está a 85m de altura, un poco más baja que Notre Dame, data del siglo X y se accede a ella por 268 escalones tallados en la roca.

Las dos desde lejos dan una vista increíble.
De ahí al mirador de Grangent, está situado en las gargantas del Loira y tras la construcción de la presa y la creación del lago artificial Grangent se convirtió en una isla dominada por una torre solitaria y una capilla del siglo XVIII dedicada a la virgen.

Hoy los habitantes de la cercana Saint-Etienne practican allí deportes acuáticos.
Esa noche dormimos en Dardilli, en una zona tipo ciudad dormitorio a las afueras del pueblo, como era tarde y en esas fechas estaba todo cerrado por allí, cenamos en un centro comercial al lado del hotel, en un Bufallo Grill, echamos unas risas entre la excursión andando y luego pidiendo, pero no cenamos nada mal.

A la mañana siguiente teníamos previsto madrugar y llegar a Mullhouse, donde pernoctaríamos cuatro noches, al mediodía para dejar bártulos y hacer las visitas de la tarde- noche sin equipaje y tranquilos.
Madrugón otra vez, eso más que vacaciones es un maratón, madrugo más que trabajando…pero que bien sienta, cuando se está a gusto.
Pasamos por sitios muy bonitos, como el Real Monasterio de Bru, del siglo XVI.

Por Baume- les- Dames, bonito pueblo situado en un valle excavado por el Doubs en la meseta del Jura.

La ruta aunque bonita muy pesada porque hacia muchísimo calor y había mucho tráfico, con lo que era para, arranca, para, arranca y suda.
Hicimos picnic, cada uno a su aire en el camino.
Después de dejar todo en el hotel ruta por la tarde hacia dos pueblecitos preciosos: Eguisheim y Kaysersbeg.
Eguisheim es un pueblo en el departamento del alto Rhin y la región de la Alsacia, fue lugar de nacimiento del Papa León IX. Es un típico castro romano con el castillo en el centro y calles concéntricas alrededor.
Destacar su fuente octogonal, las tres torres cuadradas, y sobre todo sus calles empedradas y sus antiguas y coloridas casas.

De ahí fuimos a Kaysersberg, uno de los pueblos preferidos de Francia, todos los años hacen un concurso para saber cuál es el pueblo elegido, un pueblo por cada región del país, y en el 2017 el elegido fue Kaysersberg. No me extraña, es un pueblo precioso.

Esta además en la ruta de los vinos de Alsacia, y en Navidad hacen uno de los mercadillos más famosos, se nota esto último porque aun en agosto hay adornos navideños a mogollón, tengo que venir a ver esto!! Con lo que me gusta a mí la Navidad.

Tiene un centro histórico súper cuidado, calles repletas de flores. No fue plenamente francés hasta el siglo XVII de ahí su extraño nombre.

Todo en sí es bonito alrededor de las ruinas del castillo, pero cabe destacar el ayuntamiento, la iglesia románica y el viejo puente fortificado, la maison Brief y la Hostería del puente.

Debido al calor que hacía, en los canales que pasaban por el pueblo, la gente se refrescaba los pies y eso hicimos nosotros también, excepto Emilio, que prefirió bucear un poco.

Nos quedaba el plato fuerte, después de estos pueblos espectaculares, íbamos a Colmar, y este ya es una maravilla.
Su casco antiguo tiene calles adoquinadas, edificios medievales con muros de entramado de madera, y un área de canales conocidos, también, como la pequeña Venecia, con casas coloridas y muchísimas flores alrededor.

Se tiene constancia de su existencia desde el año 823, pero cuando tuvo su verdadero esplendor fue en los siglos XIV y XVII. De ahí provienen casi todos sus edificios. Durante mucho tiempo perteneció a Alemania de ahí que muchas de sus edificaciones sean de estilo gótico alemán.

Vimos todo lo que hay que ver, la plaza de la catedral, con la colegiata Saint- Martin, preciosa pero ya con tantas cosas en los ojos lo que más me llamo la atención fue su calendario solar, si calendario, no reloj.

La iglesia Matthieu, la de los Dominicos, la antigua Aduana, la casa de las cabezas, y el muelle de la Poissonnerie.


Cenamos allí, con el estupendo ambiente que había y yo comí lo típico unas patatas gratinadas, con una carne de cerdo ahumada. Estaba todo muy bueno.



El día siguiente iba a ser más relajado porque después de comer, íbamos a ir al balneario de las Palmeras a pasar la tarde.
Desde Mulhousse cruzamos la frontera de Alemania y nos adentramos en la Selva Negra para dirigirnos a St. Peter, entre frondosos bosques nos fuimos acercando a destino, desde lo lejos destacaban las altas y bonitas cúpulas de la grandiosa iglesia barroca de St. Peter.


El nombre de Selva Negra es porque entre la altura y cantidad de árboles que hay, no llega la luz al suelo. Por ese motivo también vayas por donde vayas los paisajes son increíbles.
La forma de las casas había cambiado por completo, ahora eran grandes granjas, estábamos en la Alemania más rural.

