De primeras gracias a todos los que pudieron estar con nosotros, incluidos los que no pudieron acercarse pero esa llamada de teléfono es como si hubiesen estado . Sois cojonudos. Da gusto ir a cualquier lado donde exista un Deauvillero.

Después de cenar pudimos descubrir que los mosos trabajan hasta tarde.

Con lo bien que estaba el recepcionista tumbado hasta que llegamos nosotros. Abrimos el bar y también lo cerramos.

Sobre el curso...........resumiendo, nos puede la máquina por el desconocimiento de lo que llevamos entre las piernas y por nuestro propio miedo. Para los próximos cursillistas............que os llevéis nuestras propias botas. Creo que es acertado. Yo en mi caso lo agradecí. El resto de equipo no hace falta. Llevar dinero suelto para las máquinas de café, agua, coca-colas, Kit-Kat o cosas similares para quien le pueda apetecer.Por cierto, lo primero que pregunté es que era eso de las fábricas, y lo explicaron.

Las motos eran nuevas, con 450 y 600 Km. Eso fue algo que para alguno de los cursillistas les trajo de cabeza ya que meter gas con buena precisión era misión imposible y se iba a trompicones. Directamente no se podía. Eso se reduce en que los ejercicios no se pudieron hacer correctamente. Por equivocación me cambiaron la moto con la que empecé y me subí en una de éstas que comento y.........

El cursillo, como bien nos dijo Pou (el monitor) no fue cañero y sin apretar a los cursillistas. Si hubieran apretado.........................hubiera sido otra cosa, no sé si para bien o para mal.Como os pongo al principio, nos puede la máquina por el desconocimiento de lo que llevamos entre las piernas y por nuestro propio miedo. El cursillo se empezó con la palabra seguridad y eso creo que es lo que aprendimos, seguridad.
