El miércoles al mediodía salimos de Bilbao, para reunirnos con nuestros compañeros de viaje, Sandokan y Loreto, cerca de la frontera. Nuestro destino para estos días de Semana Santa va a ser Córcega. Nuestros compañeros de Motodes, con los que nos reuniremos el jueves a la tarde para coger el ferry en Marsella, han organizado este año un viajecito a Córcega, una de las islas más bellas del Mediterráneo.

Casi en la frontera ya se nota el denso tráfico, por lo que decidimos cruzarla por autopista y adentrarnos un poco en Francia también por ella.

Hasta Marsella hay una buena tirada y vamos a parar a dormir en Toulouse, para hacer el viaje más llevadero. Tenemos que estar en Marsella a las cuatro y media por lo que tampoco nos podemos dormir.
Pasamos Francia cruzando bellos pueblos como Tarbes y estupendos paisajes de campos súper floridos. Llegamos a Toulouse a una buena hora para tomar algo y cenar en una terracita, hacia tan buen tiempo que estaba todo el mundo en la calle, y eso que es Francia.
A la mañana siguiente dirección Marsella, casi siguiendo el mismo rumbo que el Canal de Midi, que une Toulouse con el mar Mediterráneo. Es un canal muy grande, en muchos puntos navegable, y hay hasta algún barco que es restaurante y alojamiento.
Nos acercamos al mar Mediterráneo y como siempre su color y su calor lo hacen maravilloso.


En el puerto nos reunimos con Rocio y Emilio, y algún compañero de Motodes, tentempié rapidito para atenuar la espera y después de un par de horas por fin subimos al ferry dirección Córcega.




Montamos un picnic de lo más variopinto para cenar, pero todos los pasajeros hacían lo mismo.

