El otro día lo comentábamos en la salida de “maxotes” - lo de las compañías de seguro depende de la experiencia vivida por cada persona-.
El Sábado me tocaba currar y para poder llegar antes a casa me fui por la mañana a dejar la moto al lugar donde terminaba. Pues bien, a la hora de plegar iba como las balas a buscar mi Deu cuando cual es mi sorpresa, oh tristeza, oh dolor, oh campos de soledad, mustios collados, me habían forzado la cerradura del Givi. Teníais que verme maldiciendo al jolagranputa que lo había hecho. Y la suerte es que no lo pillé porque yo pasaba por allí con el autobús pero claro, cada horas, sino la noticia del “parte de las 9” sería “Chori muere aplastado por un autobús en Barcelona. Se desconocen las causas pero las autoridades creen que fueron accidentales. El chori, curiosamente, ya tenía tos los piños partíos cuando se produjo el siniestro”
Intenté abrirla con un destornillador porque la llave no entraba y al final pude meterla (la llave) pero seguía sin poder abrir. Y claro, el casco estaba dentro, craso error por mi parte que no volveré a cometer. Aburrido de intentarlo llamé al Racc –en media hora estaremos ahí y le llamaremos antes-. Bien, media hora, 45 minutos, dos cortados, otros tantos cigarros, 55 minutos y una llamada más al Racc para decirle que si es que viene andando el mecánico y que si no es mejor que me manden un cerrajero en vez de un mecánico y la respuesta de la señorita es que los mecánicos están acostumbrados a hacerlo y llevan herramientas para ello. Aparece el mecánico. Anteriormente (y esto no se lo contéis a nadie), vi un Ibiza amarillo y pensando que era el del Racc me puse en medio de la calle gritando y moviendo los brazos “eh, eh, que es aquí”. El notas se me quedo mirando pensando que si estaba colgao. Y digo yo, ¿a quién se le ocurre comprar un coche amarillo igual que el del Racc?
Pues bien, del Ibiza amarillo, pero esta vez si que era del Racc, se baja un tío que pensé si era primo mío, misma barriga, coleta… y empieza a intentar abrirla y de la amplitud y diversidad de herramientas que me dijo la señorita que tendría solo debió traerse un destornillador, unas pinzas, unos alicates y una linterna de leds muy guapa que pensé en chorizarle. Un manazas de tres pares cojones porque me dejó el Givi peor de lo que estaba y me dijo que me mandaba la grúa para que me remolcase la moto hasta casa. Le dije como a las nucleares: no, gracias. Que no iba a estar allí una hora y media más esperando que me viniera la grua y que llamase a la central para que me mandasen un cerrajero. Llamó y la respuesta fue que no, que los cerrajeros solo se mandan para el hogar. Yo le dije que mi hogar era ese, que era un “homeless” y ahora vivía allí porque mi mujer me había echado de casa pero no coló.
Se fue mi doble pero en mecánico sin solucionarme nada porque yo la grúa no la quería y no me tocó otra que llamar a mi cuñado para que me trajese un casco. Previamente había llamado a Fede pero estaba currando y no podía.
Mientras esperaba a mi cuñado llamé de nuevo al Racc para hacer una queja y decirle que no entendía el porqué de su negativa en mandarme un cerrajero. Que si es cierto que el Racc a quien cubre es a la persona y no a la moto o al coche o al hogar y que si a mí me pasa lo que me pasó han de intentar solucionarme el problema. Les puse la comparación de que si me voy a esquiar a los Alpes y a 4000 metros me parto la crisma, me mandan asistencia médica y un helicóptero costando la broma no sé, 3, 4 ó 5000 euros pero un cerrajero no que a lo mejor, el que está de guardia, vive en la esquina de abajo. Seguían con su cabezonería y dí el tema por imposible. Puse la queja y que me responderían con una carta.
En estas llegó mi cuñado, me puse el casco que me trajo y llevamos a un motero monegasco que andaba perdido al hotel AC en el Fórum. Debía de ser el hombre más pobre de Mónaco porque llevaba unas pintas que para qué, ni GPS, un papel impreso, ni guía, ni plano ni nada. O había robado la moto y se hacía el sueco.
Moraleja: no dejéis el casco en la moto. Si tenéis que comprar una maleta para la moto, comprad una Givi, son seguras que no veas, el chori no pudo, mi clon mecánico no pudo y a mi cuñado y a mí nos ha costado un huevo a cada uno poder abrirla y hemos utilizado un taladro y todo.
Gastos: 10 euros del bombín en Tot Moto y dos huevos, uno de mi cuñado y uno mío.
Y por supuesto mi pelea con el Racc. Les mandaré una carta preguntándoles si les gusta el sexo y viajar y entonces les mandaré a tomar por culo.
Saludos


