FUMAR O NO FUMAR

[rdosymedio]

Yo creo que es un asunto complejo, ya que chocan directa y tangencialmente derechos de unos y otros. Por un lado, me parece que tienen mucha razón los que dicen que son fumadores mayores de edad, consumidores de un producto legal (que no bueno), muy gravado además, cuando dicen que tienen derecho a consumirlo. El dueño del establecimiento, a su vez, con la nueva ley, ve rebajada su libertad de elección al no poder dejar fumar en "su casa"... Pero, desde mi punto de vista como ex-fumador que soy, me toca las narices ir de cena (por ejemplo), recién duchadito, etc. y llegar a casa apestando a colilla añeja o a fondo de cenicero, me toca las narices tomarme un café en cualquier sitio y acabar igual.El tema es que no sé por vuestras zonas, pero bares y cafeterías de no fumadores, no existían por un círculo vicioso, creo, que paso a describir: Como el dueño piensa que los fumadores son más en número, declaraba el bar de fumadores, impidiendo a muchos no fumadores que no quieren aspirar humo engrosar la clientela.El alcohol es malo, tanto como el tabaco, o más, pero a menos que me echen un vaso de vino, cubata, etc. por la cabeza, a mí, ese vicio ajeno no me perjudica a la hora de compartir un espacio público.En fin, yo fumé media vida de los 14 años a los 28, afortunadamente lo dejé, igual si siguiera fumando lo vería de otra manera, pero la conclusión paradójica a la que llego es que la nueva ley no me gusta por limitadora de libertades, aunque personalmente me beneficie. Por cierto, y para terminar, recomiendo el famoso libro de Allen Carr "Es fácil dejar de fumar, si sabes cómo", a todo aquel que quiera dejar en serio el tabaco; dice obviedades, pero son todas de sentido común: el resumen sería el siguiente "lo difícil no es dejar de fumar, sino no volver a empezar".Un saludo, y que empiece bien el año para todos, fumadores y no fumadores

[rudoferroviario]

Quisiera ser breve, porque en parte, este asunto es como "toros si, toros no" o tantos y tantos debates abocados a la demagogia, siempre con las mismas razones de unos a favor y de otros en contra.No diré que el tabaco sea bueno, pero alguien debería sumar dos y dos y darse cuenta que le apuntan todas las muertes y enfermedades que pueden.En cuanto a lo del alcohol... Espero que cuando se cansen del tema tabaco lo cojan con el alcohol. Este no destruye individuos, destruye familias. A mi personalmente me preocupa más que el conductor que viene de frente se haya tomado dos cubatas que el hecho de que se haya fumado dos marlboros.Por último, hace notar que para un quinceañero es más fácil hacerse con marihuana a la puerta del instituto que comprar un paquete de chester. Nadie le va a pedir el carnet.No se si será algo inherente a todas las democracias (gobierne el partido que gobierne), pero el exceso de celo en la protección a sus ciudadanos puede caer en lo que estamos viviendo-sufriendo en estos últimos tiempos: prohibir, prohibir, prohibir..... ¿Una pseudo dictadura?... Veis que fácil es hacer demagogia. Perdón, menos mal que iba a ser breve.

[L.David]

Soy fumador, y entiendo perfectamente que los no fumadores quieran su espacio para poder disfrutar del cafe, la copita o lo que tercie, sin los malos olores y otras posibles consecuencias que acarrea el estar rodeado de fumadores.Soy propiestario de un par de locales de hosteleria, y en estos momentos creo que estan coartando mis libertades totalmente, ya que no me dejan decidir que tipo de clientes quiero que entren.Desde luego hay una pregunta que me hago:¿cuantos locales de hosteleria hay en España?200.000, 300.000 es lo mismo, los que sean, tiene coones la cosa que todos estos locales sean propiedad de fumadores, porque digo yo, que un no fumador, no querra que su local huela a humos y amarillee el blanco techo de su local, dado que parece que no hay locales para no fumadores, quiero entender que estos no montan estos antros de perversión y vicio.El CARTEL QUE ME OBLIGAN A PONER, QUE NO SE PORQUE COONES LO TENGO QUE PONER, YA QUE ESTA PROHIBIDO EN TODOS LOS LOCALESProhibido_fumar por Frente Norte AND

[L.David]

Ahhhhh, se me olvidaba.Marcelus, apuntame en tu partido, creo que sacamos la presidencia

[Aussie]

A mi no me molesta que la gente fume alla donde quiera, siempre y cuando me garantice, que el humo y el olor de su cigarrillo no va a invadir MI ESPACIO. Con esta nueva ley, hemos dejado de fumar los que nunca quisimos hacerlo y los fumadores podran seguir fumando igual que antes pero con un poco mas de respeto!! Me imagino que esos carteles de PROHIBIDO FUMAR se han impuesto para que el turista sepa y respete, que los espa'noles ya no dejan fumar donde no se debe!! .

[Luis]

No es mio pero me ha gustado

Los malos humosPor Jorge Ignacio Sánchez Soy fumador. Hace más de veinte años que no inhalo una sola calada pero soy fumador. El tabaco como el bautismo imprime carácter. Se puede no practicar la religión, pero una vez bautizado se es cristiano para toda la vida y una vez que una vez iniciado en el tabaquismo se es fumador por los restos.Un día estaba yo en la barra de un bar a eso de las once, tomando un tentempié de media mañana, cuando se coloca a mi lado un hombre de mediana edad; sin mediar palabra le sirven una copa de coñac barato mientras deposita sobre el mostrador el importe justo de la consumición, la bebe de un solo trago, y se va.Yo tomo coñac muy de vez en cuando –no más de media docena de veces al año- solo cuando se dan las circunstancias propicias: después de una buena comida, con tiempo para una larga y relajada sobremesa cómodamente sentado. Solo tomo destilados de alta calidad, espíritu de excelentes vinos. Tomo la copa en mi mano, contemplo el precioso color ambarino del líquido y observo como lagrimea por el cristal, me dejo invadir por sus aromas y antes de depositarla de nuevo en la mesa, empapo la boca con un breve sorbo que la inundará de agradables sensaciones durante largos y placenteros minutos. Pero falta algo para que esos momentos sean completos: un buen puro.Soy un buen bebedor; consumo moderadamente bebidas de calidad -no necesariamente caras- y las disfruto con parsimoniosa delectación, pero para mi desgracia soy un pésimo fumador. Llegué a consumir dos paquetes diarios de Ducados. Digo consumir y no fumar, pues era imposible que fumara los dos cigarrillos que en ocasiones -de manera inconsciente- mantenía encendidos simultáneamente. Ninguno de aquellos cigarrillos me proporcionaba el más mínimo placer, solo la imprescindible dosis de nicotina que exigía mi organismo y tal vez una agarradera a la que asirme cuando me dominaba el estrés y la falta de autoconfianza. Era como el hombre que se bebía la copa de coñac de un trago: no necesitaba coñac –era solo un vehículo- sino el alcohol que contenía, y yo no tenía necesidad de tabaco, sino de nicotina. Sí disfrutaba de vez en cuando de un buen habano durante la sobremesa, sin prisas, o de una pipa que exigía aún mayor parsimonia. Durante tres meses me propuse fumar exclusivamente en una que me regaló mi esposa; al placer de saborear un buen tabaco se añadía el cálido y suave tacto de la pulida madera de raíz de boj, pero acabé recayendo en el cigarrillo vil y compulsivo. Así que pasado un tiempo me propuse abandonar el tabaco y tras varios intentos fallidos lo conseguí, así, por la brava.Han pasado más de veinte años y aunque mi actividad me proporciona demasiadas tentaciones, hasta ahora he conseguido superarlas. Estuve a punto de sucumbir hace dos años durante el I congreso de críticos gastronómicos. Después de la comida, Altadis nos ofreció una sobremesa durante la que nos ilustraron con una interesante conferencia sobre “La riqueza y la cultura del habano”. Ante mí, mientras nos explicaban su origen elaboración y características, un magnífico Montecristo “pirámides” y los adminículos necesarios para su disfrute con que nos obsequiaba la casa: un elegante cenicero de porcelana, un encendedor especial para puros y una guillotina; además una copa de ron cubano añejo para acompañarlo. A mí alrededor cerca de medio centenar de colegas disfrutaban del espléndido veguero mientras yo me conformaba con acercarlo -apagado- a la nariz para percibir el aroma fresco e intenso de la hoja seca y bien curada del tabaco; hasta que al límite de la resistencia le dije a mi amigo Vilabella que estaba en el asiento de al lado: José Manuel, no puedo más, voy a encenderlo. Escuetamente y con cariñosa firmeza me dijo: ¡Jorge, no lo hagas! Gracias a él sigo siendo un fumador inactivo y me libré de una segura recaída que me hubiera llevado, no a fumar de vez en cuando, incluso cada día, un puro (¿donde hay que firmar?), sino con toda seguridad a la compulsiva adicción que me exigiría la nicotina que he dejado de administrarme durante más de dos décadas.Les cuento todo esto para que vean que no soy de dan la tabarra tratando de convencer al prójimo de lo pernicioso que es el tabaco y lo bien que se siente uno después de dejar de fumar. Si son buenos fumadores disfrútenlo y si como yo son unos drogodependientes allá ustedes, es su problema, pero eso sí, muestren por los demás la misma tolerancia y comprensión que yo les otorgo a ustedes.No digo que no fumen en el bar o si está habilitado para ello en el restaurante –a veces me molesta el humo ajeno, pero también me molesta la contaminación ambiental, acústica y de todo tipo que sufro en la ciudad y no voy a pretender que corten el tráfico o apaguen las calefacciones; si quiero aire puro me voy al campo y santas pascuas- pero si que lo hagan con cierta consideración que no es más de la que yo tenía cuando era fumador activo. Jamás fumé en espacios cerrados aunque no estuviera prohibido (ascensores, transportes públicos…) ni durante la comida; en este aspecto no solo por deferencia hacia los demás comensales, sino por propio interés (bastante anestesiaba las papilas durante todo el día como para destrozar el esmerado trabajo del cocinero con un cigarrillo entre plato y plato). Entre el aperitivo y el café declaraba una tregua, un pacto de no agresión a mi paladar, aunque con ello no consiguiera evitar los inoportunos humos de algún desaprensivo compañero de mesa.Disfruten o envenénense aspirando su humo mientras toman un café en la barra pero, por favor, cuando lo expelan no lo hagan directamente sobre mi cara -solo tienen que girar levemente la cabeza- ni sostengan el humeante cigarro justo bajo mis narices cuando estoy comiéndome el croissant. No son manías de fumador arrepentido, ni fanatismo de converso, que no lo soy; solo que cuando como un croissant me gusta que sepa a croissant igual que si pudiera –ojalá- fumarme un puro me gustaría que me supiera a tabaco y no a Channel nº5.Pero cuidado, que no solo el humo de un Farias ajeno puede echarle a perder una deliciosa comida. Imagínense la escena (o tal vez no lo necesiten porque ya la han padecido). Está usted sentado a la mesa de un establecimiento de cierta reputación para comer –pongamos por caso- un espléndido arroz con mariscos por el que va a pagar una pasta gansa. Le colocan sobre la mesa la paella que desprende un exquisito aroma que se hace aún más intenso cuando se sirve en el plato, y cuando más está disfrutando ocurre la catástrofe; una humareda densa se expande por el local portando un repelente olor a grasa quemada y contaminando el aire con una peligrosa concentración de los cancerígenos benzopirenos. ¿Qué ocurre? No se alarmen. La cosa no va a ir más allá de amargarle -intoxicando sus pulmones- la que se prometía placentera comida. Sencillamente en una mesa próxima alguien se divierte preparando un “chuletón a la piedra” ¡que ya son ganas! con lo bien que lo haría en la parrilla o la plancha el –seguramente espléndido- cocinero profesional que obra en la bien equipada cocina donde no falta detalle, con su campana extractora y todo. Pero “se vende muy bien”, le dirá el propietario del establecimiento. Pues cuidado, no sea que por vender más chuletones, vendan menos paellas, aunque a fuerza de predicar algo –aunque poco- se va consiguiendo.A ver si en el congreso les sobra un rato y aprueban una ley anti-chuletón a la piedra, pero mientras tanto, señores restauradores, traten de convencer a sus clientes de que en la cocina les preparan con pericia –que para eso pagan- la carne al punto más de su gusto, y si se obstinan en divertirse jugando a las cocinitas, invítenles a limpiar pescado, picar cebolla o sacar brillo a las cacerolas, eso sí; todo incluido en el precio con el chupito.

[marco]

Esta claro que esta ley es discriminatoria.Pero no sera tambien anticonstitucional???Ya podrian mirar esto los abogados y juristas, a ver lo que tienen que decir.SAludos.

[corchopan]

Buenas, seres humanos!!!Yo sin el café antes de empezar a currar no soy nadie y como fumador, el café iba ligado a un cigarro. Pero esto no ocurría siempre.Dependiendo del día y la línea me tomaba el café en un bar u otro y en uno de ellos no se podía fumar. En Barcelona ya había bares en los que no se podía fumar y no eran pocos con lo cual cada persona era libre de elegir donde entrar y poder contaminar o no, sus pulmones. Cuando entraba en el sitio donde no se podía fumar, no tenía problema en tan ni siquiera pensar en encenderme el cigarro y cuando el café lo tomaba donde sí estaba permitido, ya era un acto reflejo el sacarme el paquete (de tabaco), sacar uno (cigarro) y darle mecha.Antes podía decir que aquí no entro porque no me dejan fumar y aquí sí, al igual que lo podían hacer lo no-fumadores.Ahora me jode sobremanera el no poder elegir, me jode sobremanera que me impongan y me obliguen y me jode sobremanera el no poder disfrutar LIBREMENTE de como disfrutar mi tiempo previo a empezar a trabajar.Podemos convivir en esta sociedad con locales para fumadores y para no-fumadores y cada uno que consuma donde quiera y dar poder de elección al propietario que tiene todo su derecho a decir como explotar su negocio. De hecho, el gremio de la hostelería no está nada contento con esta ley y ya se habla de pérdidas económicas. La gente que trabajaba en oficinas por poner un ejemplo, se bajaba a tomar un café muchas veces con la excusa de echarse el cigarrito. Se echaban el cigarrito y consumían y sin embargo ahora se joderán de frío en invierno y se lo echarán igual pero sin consumir. Al menos las farmacias verán incrementadas sus ventas con los antigripales. Sin querer restar libertad a aquel que no fume, me parece una ley desproporcionada y parece que se está poniendo de moda el PROHIBIR. Mal vamos cuando la prohibición la convertimos en la forma vehicular de legislar.Saludos

[TORROT]

Hola, soy ex-fumador, el día 1 de enero hace 2 años que lo deje y he de decir que si esta ley hubiera estado en vigor antes, me habría ayudado en los momentos de "tentación" de recaer, los peores, cuando estas con los amigos tomando una copa, no soy de los que les molesta que se fume al lado pero si lo he dejado es porque soy consciente del "riesgo" para la salud.Vaya por delante que no soy para nada partidario de las prohibiciones, pero forman parte de nuestro día a día, nos prohíben circular a mas velocidad de la que nos marcan porque es un "riesgo", ciertos comportamientos sociales, de convivencia, etc, etc, porque? porque implican "riesgos" no?, sin esas prohibiciones imperaría la ley del mas fuerte, no?.Los que abogáis por que se establezcan locales para fumadores o no fumadores, creéis que eso funciona? cuando estáis con amigos o compañeros los que fuman se van a ir a un bar y los que no a otro?, cuando comes fuera con amigos o familia os separáis en locales distintos?, en el día a día hay multitud de ocasiones en las que se te pone a fumar alguien al lado y no tienes la opción de evitarlo sin tener una bronca, si no hubiera una ley como esta.Los americanos fueron de los primeros en tener una ley incluso mas dura que esta y no paso nada, los ingleses por poner otro ejemplo, antes en los cines todo el mundo fumaba, era irrespirable, y ahora también tienen una dura ley antitabaco, los italianos, muy parecidos a nosotros en carácter, llevan 5 años con una ley similar y no pasa nada, en toda Europa ves al personal salir a fumar a la puerta de los bares, y no pasa nada.Aquí nos ponen una reforma laborar para facilitar el despido de los trabajadores de mas edad y criticamos a los sindicatos que se oponen, nos reducen las pensiones después de llevar 30 o 40 años cumpliendo unas condiciones para poder tenerlas y se lo permitimos.Va a ser verdad que España es diferente.Saludos Moteros.

[Ayu]

Yo soy fumador empedernido, entre otras cosas porque cuando empecé a fumar estaba bien visto y eras un machote, hace ya tropecientos años.Cuando voy a intentar dejar de fumar, voy a la farmacia y me clavan unos ochenta euros por los parches y otros tantos por las pastillas (no lo cubre la Seguridad Social), (la Metadona, en cambio, creo que sí).No hace falta explicaros las consecuencias nefastas que puede llegar a cometer una persona en estado de embriaguez o bajo los efectos de sustancias psicotrópicas (que, incluso, antes era una atenuante) a las consecuencias que pueda cometer un fumador (que no altera sus aptitudes psíquicas).A mi no me hace falta ninguna ley que me prohiba fumar en donde no se debe; precisamente porque mi raciocinio me dice donde se debe fumar o no, para no molestar a los demás; creo que es de sentido cívico.Lo que verdaderamente me preocupa es la psicosis que están creando por parte del Gobierno y determinadas Asociaciones, animando a la gente a denunciar a los fumadores (esto me recuerda a la Santa Inquisición).Por último, espero que mi comentario no cause malestar a nadie, y si es así, le pido disculpas por adelantado.

[evanin]

Yo soy fumador empedernido, entre otras cosas porque cuando empecé a fumar estaba bien visto y eras un machote, hace ya tropecientos años.Cuando voy a intentar dejar de fumar, voy a la farmacia y me clavan unos ochenta euros por los parches y otros tantos por las pastillas (no lo cubre la Seguridad Social), (la Metadona, en cambio, creo que sí).No hace falta explicaros las consecuencias nefastas que puede llegar a cometer una persona en estado de embriaguez o bajo los efectos de sustancias psicotrópicas (que, incluso, antes era una atenuante) a las consecuencias que pueda cometer un fumador (que no altera sus aptitudes psíquicas).A mi no me hace falta ninguna ley que me prohiba fumar en donde no se debe; precisamente porque mi raciocinio me dice donde se debe fumar o no, para no molestar a los demás; creo que es de sentido cívico.Lo que verdaderamente me preocupa es la psicosis que están creando por parte del Gobierno y determinadas Asociaciones, animando a la gente a denunciar a los fumadores (esto me recuerda a la Santa Inquisición).Por último, espero que mi comentario no cause malestar a nadie, y si es así, le pido disculpas por adelantado.

Estoy de acuerdo con Ayu, como fumador responsable no me preocupa demasiado esta ley, ni tan siquiera las palabras desafortunadas (por innecesarias) de la ministra; ahora bien, cuando escucho otras palabras aún más desafortunadas (también por innecesarias) del alcalde de Valladolid comparando una denuncia de un ciudadano por el incumplimiento de esta ley con el nazismo o leo el artículo (pasada) del escritor Pérez Reverte abundando en esta línea, es cuando, por asco, me dan ganas realmente de abandonar el tabaco para siempre.

[Puce]

- Pues yo creo que estas gilipolleces se las inventa alguno de los mandamases esos que hay por ahi, para desviar la atencion de los problemas que realmente tiene este pais, SOBRE TODO EL PARO Y LO PUTAS Y PERDON POR LA PALABRA, que lo estan pasando muchas familias.

[rudoferroviario]

Entre otras cosas, el alcalde de Valladolid es mago. Es capaz de salir elegido años y años sin que, al parecer, le vote nadie.ja, ja...

[evanin]

Amigo Rudo, no ofendamos a los Magos, porfa Al hilo de la Ley y de las declaraciones de la Ministra, os reproduzco un interesante artículo del articulista Ignacio Escolar. Se titula: Así funciona la manipulación."Les aconsejo escuchar esa famosa entrevista con Leire Pajín donde se supone que la ministra animó a denunciar anónimamente a los fumadores que incumplan la ley antitabaco. Descubrirán cinco cosas.La primera: que es falso que Pajín animase, incitase o siquiera invitase a los ciudadanos a delatar a los fumadores, como tituló después toda la prensa de derechas y, de rebote, parte de la de izquierdas.La segunda: que esa alusión de Pajín a que “cualquier ciudadano puede denunciar” viene de una pregunta concreta del entrevistador, que es el primero que usa la frase al interesarse por el número de denuncias ciudadanas. Si se escucha la respuesta completa, y no sólo el entrecomillado fuera de contexto, queda claro que la respuesta de la ministra no pasa por animar a la denuncia, sino por “confiar en el consenso social”.La tercera: que en toda la entrevista ni se menciona la palabra “anónima”. Presentar denuncia administrativa nunca es anónimo: requiere del DNI. Es cierto que la Administración no comunica el nombre del denunciante, pero esto no es una novedad de la ley antitabaco. Pasa igual si denuncias un bar que vende alcohol a menores o una discoteca que se pasa de decibelios. Tiene su lógica: evitar represalias. Obviamente, estas denuncias sólo valen para que se acerque un inspector, que es quien comprueba si se incumple la ley. Y hasta ahora, nadie había comparado este sistema con la Inquisición o el Holocausto.La cuarta: que sorprende que una manipulación tan burda cale con tanta eficacia. Basta con preguntar en cualquier bar y todo el mundo lo vio, como al famoso perro y Ricky Martin.Y la quinta: que si la ministra fuese un cincuentón, en vez de una treintañera, probablemente no pasaría por estas cosas."Entrevista: http://www.cadenaser.com/actualidad/aud ... csr_6/Aes/" onclick="window.open(this.href);return false;